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Banksy es el seudónimo con el que se conoce al artista más representativo del Street Art (arte callejero) en la actualidad. Aunque no se tienen datos biográficos sobre él, se cree que nació en una localidad cercana a Bristol en 1974 y que después se trasladó a la ciudad, en donde pasó su juventud. Un estudio reciente de la Universidad Queen Mary de Londres identifica al artista como Robin Gunningham y confirma que nació y se crió en Bristol.
disponible en widewalls.ch
Según el ilustrador y diseñador gráfico Tristán Manco, uno de los que más ha investigado sobre el arte urbano, el polémico artista se preparó para ser carnicero y se metió en esto del grafiti en los años 80, en lo que se ha llamado el boom del aerosol. En la década de los 90 formó parte de la banda Bristol’s DryBreadZ, conocidos como DBZ. Desde entonces su fama empezó a correr como la pólvora, sobre todo por sus enfrentamientos con el grafitero «jefe» en aquellos momentos, Robbo, cuyo grafiti del canal de Camden fue «redecorado» sucesivas veces por Banksy, hasta que el estado de coma del primero hizo que Bansky terminara el enfrentamiento y le rindiera un sincero homenaje.
Imagen: Robbo inc, disponible en streetartlondon.co.uk
El 12 de julio de 2008 el periódico Mail on Sunday anunció haber descubierto su identidad, identificándolo como Robin Gunningham, hecho que él siempre ha negado. Según otros medios, su nombre real podría ser Robert Banks o Robin Banks, pero esto parece más una mala interpretación de una broma acerca de la semejanza entre este último nombre con la expresión inglesa robbing banks (robando bancos).
Sea como fuere, el misterio sigue rodeándole. Según Will Simpson, secretario del club de fútbol de Bristol Easton Cowboys and Cowgirls, el artista les acompañó en una gira por México en 2001, en donde jugó contra los Luchadores por la libertad zapatista y donde pintó un mural en apoyo a su causa. De este hecho hay una foto en la que aparece pintando dicho mural, con el rostro cubierto por un pañuelo, sin que se pudiera adivinar nada más sobre su identidad. Estas imágenes fueron publicadas en el libro Freedom Through Football: The Story Of The Easton Cowboys & Cowgirls.
Imagen: Banksy painting a mural in Mexico, disponible en www.12ozprophet.com
En su libro Wall and street cuenta cómo empezó en la pintura callejera, usando espray aplicado directamente sobre la pared. Pero esta técnica requería tiempo, lo que la hacía muy arriesgada ya que se trataba de un arte ilegal. Debido a ello, comenzó a utilizar plantillas de cartón creadas por él mismo que rociaba con un espray para coches y que le daban la rapidez que necesitaba en la realización de los murales, haciéndolos más impactantes.
El Street Art es el término inglés que describe el arte urbano que engloba todo tipo de expresión artística realizada en la calle de forma ilegal. En un principio, estas pinturas se desarrollaban en muros y vagones de tren y recibieron el nombre de grafiti. Su origen se sitúa en el Nueva York de los años 60, en los guetos afroamericanos y latinos como reacción a la situación de opresión que vivían. Los primeros grafiteros compartían gustos en la música, el baile y la vestimenta. Nace en la calle el llamado movimiento hip-hop. Posteriormente derivaron en técnicas más artísticas como el stencil (estarcido), el póster, las plantillas o las pegatinas.
Normalmente este tipo de arte lleva implícito mensajes políticos y crítica social, las principales características de Banksy y sus obras: «Una pared es un arma muy grande. Es una de las cosas más desagradables con las que puedes golpear a alguien».
Pocas imágenes explican mejor esta idea que su mural Maid in London, en el cual una criada guarda la basura por detrás del muro: lo que no gusta se esconde.
Imagen: Maid in London, disponible en academics.skidmore.edu
Banksy comenzó pintando ratas que llenaron las calles de Bristol, las cuales servían como instrumento a sus críticas burlonas hacia el sistema. Influido, entre otros, por la banda de punk Crass, y por el movimiento Ad Jammmers, basado en deformar imágenes publicitarias y transformar así el mensaje original de las mismas, su obra ha buscado siempre la crítica social y moral, de forma irónica y satírica, utilizando la escritura, la técnica del stencil (estarcido) y el grafiti.
Pero si alguien ha sido el auténtico maestro de Banksy, la verdadera influencia del artista, ese ha sido Blek le Rat, un grafitero parisino que llenó las calles de París con sus grafitis allá por los ochenta. De él tomo la técnica de la plantilla y el aerosol como medio de expresar sus críticas y sus denuncias: «cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta de que Blek le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años ante».
Imagen: If graffiti changed anything – It would be illegal, disponible en news.fitzrovia.org.uk
A los primeros años que Banksy pasó pintando las calles de Bristol con esas ratas que fotografiaban a los viandantes o que oían música les siguieron otras imágenes que continuaron criticando las hipocresías sociales y que aparecían en buzones de correos, en alcantarillas, en portones. Su creación Desnudo todavía puede verse en el muro de la clínica de Park Street dedicada a enfermedades sexuales. Pero no fue la única. Toda una serie de pintadas decoraron los muros de Bristol primero y de Londres después. Creaciones tan conocidas como los policías que se besan, la Monalisa con el bazuca o los indígenas perseguidos por un carrito del super.
Imagen: Mona Lisa con lanzagranadas de Banksy, disponible en nohaycomolodeuno.blogspot.com.es
Por entonces, ya colaboraba con el que se consideraba su agente, Steve Lazarides, un antiguo fotógrafo que había documentado las primeras hazañas de Banksy durante su juventud y con quien compartía la tarea de gestionar el portal de Internet en el que ambos colgaban todas las «hazañas» que realizaba el artista, gracias a lo cual se conocen muchas de las que ya han sido borradas. Lazarides, confiesa haber ayudado a organizar los famosos stunts (actos-atentado) que consistían en colarse en los museos más famosos del mundo y plantar sus obras de forma clandestina, como sucedió en el Museo de Historia Natural de Londres donde colocó una rata disecada y pegada a un cartel. Pero esto no fue todo. En el Museo Británico consiguió colocar una pieza de aparente arte rupestre que incluía un carrito de supermercado en una escena de caza. En el MOMA de Nueva York incluyó el retrato de una mujer de época que llevaba una máscara anti-gas: «El arte no será ni la belleza ni la novedad, el arte será la eficacia y la perturbación», informó el artista.
Su trabajo trascendió al exponerse en cuatro museos neoyorquinos (Metropolitan, Brooklyn, Historia Natural y Arte Moderno), donde instaló sus creaciones de forma clandestina y también cuando se comenzaron a ver sus obras en varias ciudades importantes del mundo como Melbourne, París, Nueva York, ect. De pronto, en el año 2000, decide organizar una exposición individual. Lo hace en un barco-restaurante, el Severnshed, consiguiendo así diferenciarse de otros artistas callejeros. Después, en 2003, vendrá otra exposición en Londres y más adelante, en 2005 y 2007, una de sus creaciones más impactantes realizada en los muros de Gaza y Cisjordania.
Imagen: Banksy, disponible en prospectornow.com
El conocido como «Muro de la vergüenza» en Cisjordania fue cubierto por las pinturas del artista. Para Banksy, suponían «la mayor cárcel del mundo al aire libre» y sus grafitis no fueron otra cosa que una larga lista de mensajes en contra. Las imágenes de niñas intentando escapar del muro mediante globos o las imágenes de un cielo azul y de paisajes maravillosos que se cuelan a través de rotos o de pequeños huecos son una llamada de atención en contra de esta construcción. Su repercusión ha sido tal que incluso, hoy en día, existe una ruta turística alternativa para disfrutar de estas obras.
Imagen: Girl and Soldier by Banksy, disponible en www.stencilrevolution.com
Después de esto, sus trabajos se encontraban ya por ciudades de todo el mundo como Londres, Los Ángeles, San Francisco, Barcelona. Llegó a imitar obras de arte emblemáticas como el David de Miguel Ángel, al que agregó un chaleco antibalas, o Los Girasoles de Van Gogh totalmente marchitos. En 2006 representó a un niño negro con la corona de una conocida cadena de comida rápida.
Entre sus éxitos destaca la exposición de Bristol en 2009 titulada Banksy Versus Bristol Museum para la cual incluso se llegó a cerrar el centro durante tres días en los que el artista pudo montar en secreto su exposición, creando los espacios necesarios para mostrar adecuadamente sus obras. La ironía de exponer financiado por la misma institución que le había perseguido le hizo declarar: «este es el primer espectáculo que monto en el que el dinero de los contribuyentes se utiliza para colgar mis obras en vez de para borrarlas».
disponible en www.plataformadeartecontemporaneo.com
Uno de los aspectos que ha levantado más ampollas entre los seguidores y detractores del artista ha sido el precio alcanzado por algunas de sus obras. Para un artista que presume de antisistema y que critica el capitalismo brutal, resulta irónico que sus obras sean de las más caras del mercado, por eso algunos artistas callejeros le acusaron de venderse a ese poder que criticaba. El artista que declaró: «El éxito comercial es un fracaso para un grafitero» vio como la casa Sothesby's subastó en 2006, un juego de impresiones que tenían como modelo a Kate Moss y que reproducían el retrato de Marilyn hecho por Warhol y que alcanzó 80 mil dólares. A esta se sumó otra subasta más, en abril de 2007, en la que su obra Space Girl & Bird (una pintura realizada con spray sobre lámina de acero) se vendió en más de medio millón de dólares. Meses más tarde, ese mismo año, la casa de subastas Bonhams vendió diez obras suyas por un total de medio millón de libras, unos 700.000 euros. Y su valor seguía subiendo. Sin embargo, en 2013, Banksy decidió abrir un puesto callejero en Central Park con lienzos originales firmados por él, vendidos a unos 60 dólares cada uno. Curiosamente, solo se vendieron ocho de esos lienzos.
Imagen: Kate Moss, disponible en www.banksy-prints.com
Durante su gira por Nueva York ese mismo año, Banksy realizó una exposición ilegal llamada Better out than in (Mejor fuera que dentro) en la que cada día creaba una obra diferente en las calles de la ciudad. El propio artista tuiteaba: «Deseando mancharme las manos esta noche». Y de hecho lo hizo, a través del grafiti, la escultura, incluso el video, pero todas ellas llenas del sarcasmo y el humor crítico que lo caracterizan.
Envuelto siempre en la polémica, son muchos quienes le han criticado por sus creaciones; para algunos, puro vandalismo, pura hipocresía que critica el capitalismo mientras trabaja para grandes empresas como Puma o la MTV. Para otros, como Gareth Williams, jefe del departamento de Arte Urbano de la casa de subastas Bonham de Londres: «lo más increíble del fenómeno Banksy no es su ascenso meteórico, ni las importantes sumas que se pagan ya por sus obras, sino el hecho de que el mismo establishment al que satiriza, le haya acogido entusiasmado».
Imagen: Rat Photographer, disponible en www.whatsonyourwall.com
Es en este punto cuando se hace obligatorio hablar acerca de toda la polémica creada en torno al documental que realizó el artista en 2010, titulado Exit Through the Gift Shop. Muchos esperaban descubrir todo lo que había permanecido oculto sobre el artista, pero todo quedo en eso, una esperanza. El documental fue nominado a los Oscar, entre otros premios como el Independent Spirit Awards o los premios BAFTA, además de conseguir excelentes críticas en periódicos como Los Ángeles Times o el Chicago Sun-Times. En él Banksy presentaba a Thierry Guetta, un francés afincado en Los Ángeles, cuya única obsesión es grabarlo todo con su cámara de vídeo. Así conoce al propio Banksy quien decide darle la vuelta a la cámara y grabar a Guetta, al que anima a colarse en el mundo del arte urbano con el alias de Mr. Brainwash, convirtiéndose él mismo en toda una celebridad.
Extractos de Exit through the gift shop (Thierry, Banksy: ¿Puede el marketing crear un artista?)
Y aquí es donde surge la polémica. ¿Es cierto lo que se cuenta en el documental sobre Mr. Brainwash? ¿Es un personaje ficticio o es real ? Para muchos es solo un montaje del propio Banksy con el que pretende reflejar en lo que se ha convertido el street art, un producto más para el consumo, un objeto de especulación que ahora acumulan las clases altas. Thierry Guetta o Mr. Brainwash no son otra cosa que el alter ego del propio grafitero. Para enmarañar más el misterio, aparecieron unas declaraciones del artista Ron English, quien tenía contacto con Banksy, y que afirmaba que Thierry Guetta era totalmente real y que el propio Banksy le había explicado los motivos para realizar este film: ridiculizar a Guetta por su egoísmo al no querer compartir cientos de horas de grabación con el artista en acción.
Girl with a pierced Eardrum encontrado en Banksy.co.uk
En octubre de 2014 Banksy plasmó un nuevo mural, llamado Girl with a Pierced Eardrum (Chica con un tímpano perforado), una parodia del cuadro Girl with a Pearl Earring, de Johannes Vermeer, en la que cambió la joya por una alarma de seguridad de la fachada de un estudio de grabación, en Hanover Place, en Bristol. La obra tuvo bastante atención mediática, sobre todo porque se realizó en la ciudad donde creció el grafitero, poco después de que comenzara a correr un rumor de su supuesto arresto. A las 24 horas de su aparición, la obra fue manchada con pintura negra en un claro acto de vandalismo y crítica hacia Banksy. No sería la primera vez que sus trabajos sufrirían este tipo de daños; Su pieza Art Buff, en Kent, fue vandalizada con un enorme pene. Debido a la trascendencia que este artista ha logrado en los últimos tiempos, algunas de sus obras han sido protegidas con fibras de vinilo, lo que permite que puedan ser reparadas y restauradas con mayor facilidad.
Una de las obras de Banksy antes de ser troceada en tres piezas y trasladada a la exposición. Foto banksy.co.uk
Una de las últimas exposiciones sobre el artista, realizada por The Sincura Group y titulada The Stealing Banksy, tuvo lugar en Londres durante el mes de marzo, y mostraba siete de sus trabajos callejeros que serían subastados después de la exposición. Nuevamente, Banksy saltó de su asiento para rechazar esta muestra que, según los organizadores, se había hecho con el consentimiento de los dueños de los edificios. Para el artista era simplemente «repugnante que se permita que cualquiera pueda quitar arte de las paredes sin permiso».
Banksy's Dismaland foto publicada en Flickr por Peter Gasston
En agosto de 2015 Banksy inaugura la instalación temporal Dismaland, a modo de parque temático, que realizó en colaboración con otros 58 artistas. Cuando la instalación cerró sus puertas, el equipo encargado de su montaje se traslado al campo de refugiados de Calais donde construyeron varias viviendas temporales y un parque de juegos para los refugiados. Tras la reciente evacuación forzosa del campamento, en la página web oficial de Dismaland (http://www.dismaland.co.uk/) se puede leer el siguiente mensaje: "Dismaland Calais has now closed".
El hijo de un inmigrante de Siria (2015) encontrado en Banksy.co.uk
En diciembre del mismo año apareció un nuevo mural de Banksy, que muestra al fallecido Steve Jobs en el anteriormente citado campo de refugiados. La foto, que muestra a Jobs mochila al hombro y un ordenador Macintosh en su mano, tiene como título El hijo de un inmigrante de Siria y es una rotunda denuncia a las condiciones de los refugiados sirios en el infame campamento "La jungla” de la ciudad portuaria francesa.
Encontrado en banksy.co.uk
En enero del presente año persiste su crítica a la situación y aparece el primer grafiti interactivo de Banksy. Sobre un tablón de madera en la fachada de la Embajada de Francia en Londres, en el barrio de Knightsbridge, plasmó a Cosette, la niña del cartel del musical Les Misérables, con la bandera francesa rasgada a sus espaldas y lágrimas en sus mejillas causadas por un bote ficticio de gases lacrimógenos. Un código QR en la parte inferior de la pieza conduce a un vídeo en Youtube que muestra a la policía usando gases lacrimógenos para desalojar el campamento en Calais, situación ocurrida el pasado 5 de enero. Las imágenes de la obra se hicieron virales rápidamente, y 42 horas después unos ladrones intentaron robarla. La policía Metropolitana de Londres se vio obligada a intervenir para evitar su robo y contribuir a su protección.
En febrero el tramo de pared fue cubierto por completo por trabajadores de la Cheval Property Management Limited, propietaria del terreno donde se halló el grafiti. Sin embargo, los responsables de la medida han asegurado que es temporal, ya que deben decidir sobre "los planes de futuro para la obra".
Del 13 de enero al 29 de febrero de 2016 se realizó la primera exhibición de la obra de Banksy en Estambul, titulada The art of Banksy, con el apoyo del Ministerio de Cultura de Turquía. La muestra, con cuyo montaje se inauguró la nueva galería Global Karaköy, fue preparada durante cerca de un año por un grupo de 80 expertos, quienes se dieron a la tarea de encontrar, recoger y curar obras que el misterioso artista ha realizado en los últimos 15 años. «Banksy tiene muchísimas obras. La mayoría de estos trabajos nunca han sido vistos por muchas personas. Yo los he conseguido gracias a coleccionistas que han hecho grandes esfuerzos por revelar las piezas de Banksy», expresó Steve Lazarides, curador de la exposición, quien aseguró que es la más amplia que se ha realizado hasta ahora sobre la obra del esquivo artista.
Esta muestra fue disfrutada de una manera peculiar por parte de sus visitantes, pues incluía una exhaustiva recreación de las calles de Londres y del taller de Banksy, lo que permitió a los asistentes asomarse de cerca al contexto en el que fueron creados los grafitis, y experimentar en su entorno y de forma más vivida la energía poética, crítica y humorística de las creaciones del controvertido grafitero.
Independientemente de todo lo que rodea a Banksy, es innegable que es el artista más cotizado, controvertido y admirado en este tipo de arte. No necesita publicidad ni busca aprobación, porque sus creaciones hablan solas, buscando la reflexión de quienes las miran. Muchos han intentado vencerlo arruinando sus obras, destruyéndolas o robándolas para luego venderlas a un precio desorbitado. Son muchas las pinturas suyas desaparecidas como por ejemplo las relacionadas con los juegos olímpicos de Londres. Sin embargo, otros muchos siguen sus enseñanzas, intentan seguir sus pasos y buscan imitar su estilo.
Banksy obras y biografía en video
Banksy : The Antics Roadshow (en inglés)
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Libros
- Wall and Piece (en ingés): Sus mejores trabajos fotografiados con comentarios por el propio Banksy.
- Banksy You Are an Acceptable Level of Threat and if You Were Not You Would Know About It (Carpet Bombing Culture) (Inglés)
Galería de obras de Banksy, haz click en las fotos para verlas ampliadas
https://www.alejandradeargos.com/index.php/es/completas/32-artistas?start=55#sigProGalleria6c503b98d4
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En 1945, a finales de la II Guerra Mundial, en una Alemania prácticamente derrotada, nació Anselm Kiefer. En una Alemania dividida, hundida tras la guerra y luchando por reconstruirse, creció este artista que abandonaba sus estudios de Derecho para estudiar en la Academia de Arte de Friburgo primero y en la de Karlsruhe, después. Era inevitable que estos acontecimientos influyeran en su forma de pensar y de crear, como fue inevitable también que lo hicieran las enseñanzas de Joseph Beuys, entonces profesor suyo en Duseldorf, entre los años 1970-1972. Todo esto hizo que se le conociera como uno de los artistas más provocadores del momento. De hecho, sus primeros trabajos fueron unos libros de fotografías realizadas en su estudio, vestido con el uniforme del III Reich y haciendo el saludo nazi. A Genet fue uno de estos libros. Eran los años 70 y Alemania trataba de alcanzar el milagro económico y enterrar la vergüenza del nazismo. Mientras algunos veían en esta provocación una nostalgia por tiempos pasados, otros veían un intento por exponer la propia historia, por hacerle frente.
“Once upon a time in a deep dark wood…”, disponible en http://www.eca.ed.ac.uk/, 2015
Hasta 1980, sus obras apenas eran conocidas fuera de Alemania. Fue en este año, en la Bienal de Venecia, cuando su trabajo tuvo proyección internacional. Sus obras Parsifal y Los héroes espirituales de Alemania desataron la polémica más allá de su país. Sin embargo, según Kathleen Soriano, comisaria de la próxima exposición en Londres sobre el artista: «es un enfoque corto de miras el de las personas que sostienen que la obra de Anselm Kiefer se centra en Alemania y en el III Reich, pues va sobre las tensiones entre lo bueno y lo malo, continuar adelante o hacia atrás».
El artista está convencido de que la memoria es lo único que nos permite afrontar los traumas de nuestra historia y por ello comparte con el poeta Paul Celan un sentimiento de melancolía que le lleva a pintar el cuadro Margeritte (1981), influenciado por sus poemas.
imagen: Margarethe (1981), disponible en http://www.saatchigallery.com/
Sea como fuere, el pintor está obsesionado por indagar en la historia y la mitología alemanas, aunque interesándose también por la Biblia o la Cábala. Influido sin duda por Beuys, para él, el arte se convierte en vehículo de regeneración, en un elemento salvador. Dentro del neorrealismo alemán, su pintura se llena de todo tipo de símbolos, mitológicos y religiosos, una suerte de teatralidad que presidirá todas sus obras, una superposición de capas, una mezcla de materiales, una fusión de pintura, escultura o fotografía que crea un pequeño escenario en donde materializar sus inquietudes filosóficas, históricas o religiosas, como en El ángel caído o El orden de los ángeles.
Imagen: Imagen 2, Exposiciones Anselm Kiefer, disponible en http://www.plataformadeartecontemporaneo.com/
En 1993, Kiefer decide establecerse en Barjac, Francia, en donde crea una especie de laboratorio en el que experimentar con distintos materiales y técnicas. Sus obras, en lo que se ha calificado de «arte matérico», son tan impactantes para la vista como para el tacto. La fuerza de sus pinceladas o la gama de colores prácticamente monocroma se alían con materiales tan dispares como el plomo, la paja, el barro o las plantas. Y la ceniza, símbolo de la regeneración. También es ahora cuando se abre al mundo con temas más universales pero sin abandonar nunca sus antiguas obsesiones.
Durante los años 90, las obras de Kiefer viajaron por todo el mundo, expuestas en los más importantes museos y como parte de importantes colecciones, tanto públicas como privadas. Creando a golpe de shock que, según dice, es lo único que le permite empezar una obra, el artista se deja la piel intentando demostrar que no hay una sola verdad, sino diferentes puntos de vista, y cuestionando el lugar del ser humano respecto al universo que plasmará en una serie de cuadros monumentales sobre el cosmos.
En España, su primera exposición individual tuvo lugar en el Centro de Arte Reina Sofía, en 1985, bajo el título El viento, el tiempo, el silencio, en la que destacaron sus construcciones en ladrillo, referencia a su atracción por la antigua Mesopotamia, junto a una importante selección de libros. A partir de entonces, su obras volverían a nuestro país en diferentes ocasiones. En 2007, el Guggenheim de Bilbao celebraba su décimo aniversario con una muestra del trabajo de sus últimos diez años, contando con los fondos del propio museo, con obras que mostraban sus referencias históricas, culturales y geográficas, así como sus inspiraciones literarias y poéticas. Todo siguiendo un orden adecuado: «Mis obras son muy frágiles y no tan sólo en el sentido literal. Si las colocas juntas en las circunstancias equivocadas, pueden perder completamente su poder», según declaró el artista un año antes en la revista Modern Painters.
Después, en 2011, lo recibía el Teatro Real de Madrid con la escenografía que había realizado, ya en el 2003, para la ópera Elektra, de Richard Strauss: «Fue un gran desafío. Pero yo soy pintor, no escenógrafo. La música me inspira mucho, pero como la poesía». Más tarde (2013) sería La Coruña la que acogería sus obras en el MAC, en esta ocasión además con la proyección de dos películas sobre él: Over Your Cities Grass will Grow (2010), y Anselm Kiefer (1998).
Imagen (superior izuierda): Dresses, disponible en http://enhabiten.blogspot.com.es/, 7 de diciembre de 2010
Imagen (inferior izquierda): Interior (1981), disponible en https://fireplacechats.wordpress.com, 12 de diciembre de 2014
Imagen (inferior derecha): The Ronowed Orders of the Night, disponible en https://lolascripor.wordpress.com, 30 de marzo de 2015
Convencido de que el arte se ha vuelto un refugio para inversores y especuladores, Anselm Kiefer prohibió a sus galeristas exponer sus obras en las ferias «el lugar más horrible del mundo» y les pidió que solo vendieran en museos donde «todo el mundo puede ver ahí el arte». Él, en su taller de Bajarc, se siente al margen de todo este mundillo: «Trabajo en niveles diferentes, mucha gente no ve lo que hago. Quizá no lo entiende. Pero me da igual, ya lo verán en otro momento». Mientras llega ese momento, su última exposición tendrá lugar en la Royal Academy de Londres, hasta el mes de diciembre, englobando cuarenta años de su obra y de su vida.
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Era el verano de 2013 cuando el artista escocés Peter Doig regresaba a su tierra natal como un hijo pródigo. La National Galleries of Scotland realizaba una exposición retrospectiva del artista llamada No Foreign Lands (No hay tierras extrañas). Era la primera vez que exponía en su ciudad de origen. Con este título parecían querer explicar la esencia y el corazón del pintor así como su obra, ya que Peter Doig, nacido en Edimburgo en 1959, había dejado pronto su ciudad para ejercer de nómada por distintos lugares del mundo.
imagen: Peter Doig en la National Gallery de Escocia, disponible en http://www.telegraph.co.uk, Julio 2013
En 1962 se trasladó con su familia a la isla que le acogería definitivamente años más tarde, Trinidad, abandonándola a los pocos años para vivir en Canadá. Este cambio fue el origen de una serie de obras realizadas posteriormente, en los años noventa, en las que Doig presentó aquellos paisajes invernales y nevados de su infancia y juventud, como en White Creep. Más adelante, en 1979, su inquietud le llevó de nuevo a Gran Bretaña y, en Londrés, estudió Bellas Artes en la St Martin's School of Arts y en la Chelsea School of Arts. ¿Fue aquí cuando se enamoró de pintores como Edward Hopper, Paul Gauguin o Edvard Munch?
Los críticos y estudiosos no le llaman «nómada» por capricho. En los años ochenta regresa de nuevo a Canadá, concretamente a Montreal, a sus paisajes nevados, a sus enormes lagos de aguas quietas en los que flotan canoas, algunas con personas solitarias que parecen estar ajenas a todo lo que pasa a su alrededor. Fue uno de estos temas, Canoa blanca, la que años más tarde, en 2007, le convirtió en toda una celebridad al ser subastada por casi diez millones de dólares, un auténtico récord para un artista europeo vivo.
imagen: Canoa Blanca 1990-91, disponible en http://www.saatchigallery.com/, 2015
Sin embargo, para alguien que había decidido alejarse de toda la parafernalia del comercio de arte, esto suponía un serio problema a la hora de crear. Según un artículo del New York Times, el pintor decidió no vender más sus obras al coleccionista Charles Saatchi, responsable de esta venta: «Estaba muy nervioso después de la venta. (...) La gente hablaría más del precio de la obra que del propio trabajo. Además me hacía más difícil pintar. Me preguntaba, ¿por qué lo hago? ¿Estoy haciendo más ricos a los ricos?»
A pesar de estos miedos, el artista ya había sido reconocido por la crítica como uno de los grandes pintores contemporáneos del siglo XX. Fue nominado al premio Turner en 1994 y, ese mismo año, recibiría el premio Elliette von Karajan, además de convertirse, en 1995, en el comisario de la Tate Gallery de Londres.
Durante estos años, uno de sus trabajos más conocido y valorado fue la serie de pinturas basada en uno de los edificios del arquitecto suizo Le Cobursier, Unité d’Habitation, en el que trataba de reflejar su preocupación por la relación de la naturaleza con la obra del hombre. Después de fotografiarlo a placer, plasmó en grandes lienzos el fuerte contraste entre aquel sobrio edificio de hormigón y la vegetación que parecía engullirlo, en medio de trazos impresionistas azules, rojos y amarillos.
imagen: La Casa del Arquitecto en el Barranco 1991, disponible en http://www.saatchigallery.com
Esta relación con la naturaleza, con el entorno en el que vive, se hizo especialmente importante cuando decidió establecerse de nuevo en la isla de Trinidad, en 2002. En Puerto España abrió su taller de pintura y, otra vez cámara en mano, se empapó de los paisajes y de los habitantes. La cámara, las postales o los recortes de periódico se habían convertido en sus más fieles aliados a la hora de conservar en la memoria todo lo que veía y, a partir de ellos, creaba sus cuadros ya dentro del taller, no en una creación fotorrealista, sino impresionista y abstracta.
En esta etapa, retrató sobre todo una naturaleza salvaje, con gran influencia de Gauguin, en la que se cuela de vez en cuando algún personaje solitario, dibujado de forma esquemática, en medio de los fuertes colores llenos de vida del paisaje.
Imagen: Pelicano (Ciervo) (2003), disponible en http://peterdoig.mbam.qc.ca/
Cómo él mismo reconocía, trataba de homenajear a sus pintores favoritos, pero sin que sus obras fuesen simplemente exóticas o representaran un mundo idílico y primitivo, sino con una visión propia de ese mundo que lo rodeaba, un mundo que se transformaba según el momento y el observador. Muchos estudiosos han hablado del carácter onírico y misterioso de algunos de sus cuadros y de la contradicción y la paradoja que encerraban: si en un primer vistazo parecen accesibles y cercanas, después se van convirtiendo en algo mágico y misterioso.
Han sido muchas las exposiciones que se han hecho a lo largo de los años sobre la obra de Peter Doig. En 2005, siendo profesor de la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, tuvo lugar una exposición en la Pinakothek der Moderner de Munich sobre su obra, donde destacaba, entre otras imágenes, la de un viejo roquero que miraba de frente a los visitantes, sentado en una pequeña barca, en la composición llamada One hundred years ego.
Imagen: Hace 100 años (2001), disponible en http://peterdoig.mbam.qc.ca/
Más tarde, en 2008, la Tate Gallery de Londres expuso dos décadas de creación del artista, con más de cincuenta pinturas al óleo y trabajos sobre papel y en la que mostraba a un Peter Doig pintor de sueños y de mundos alternativos, llenos de fantasía combinada con recuerdos e imágenes de su memoria. Después, tuvieron lugar las muestras del Musée d’Art moderne de la Ville de Paris y de la Contemporary Fine Arts de Berlín, hasta regresar a su ciudad natal con la exposición ya mencionada, No hay tierras extrañas, que se trasladaría después a la Montreal Museum of Fine Arts, a principios de 2014, destacando en ella sobre todo la muestra de cuarenta carteles de películas que Doig pintó para las sesiones de cine del studio filmclub, instalado en su propio taller.
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John Currin nació en 1962 en Boulder, Colorado. Estudió en la Carnigae BFA de Carnegie Mellon University en Pittsburgh donde obtuvo un BFA y un MFA de Yale University.
Es un pintor con estilo muy realista, que muestra el desnudo y la sexualidad humana de forma provocativa, exagerando los gestos con una temática social. Admirador de los grandes maestros del arte, es conocido por expresar en su pintura figurativa la femineidad de forma satírica, provocando en cada creación una técnica pura pero muy hábil.
Imagen: Currin y su obra “The Women of Franklin Street”, disponible en http://www.newyorker.com/, 28 de enero de 2008
Gran estudioso del color, la composición y la técnica de los pintores renacentistas y los franceses en el siglo XIX, conoce el trasfondo de los diversos movimientos artísticos y los emplea a conciencia en sus obras.
Maneja un interesante diálogo entre la cultura moderna y la alta cultura, posturas que marcan su esencia creativa, mezclando la pintura con revistas de corte popular y modelos, distorsionando el cuerpo de la mujer. Son obras burguesas, que buscan enfrentar la ironía con la emotividad de los ochenta. En los retratos femeninos se observa la influencia de Cranach y del manierismo italiano.
El artista muestra el culto al cuerpo, a la hipocresía social y a la debilidad carnal como se puede ver en su obra "Acción de gracias" donde revela la libertad moral en un solo rostro de tres mujeres festejando, manifestando su insistencia en los modales vulgares del hombre actual, pero dentro de un marco de gran belleza.
Imagen: Thanksgiving (2003), disponible en http://www.penccil.com
Participó en muestras colectivas con grandes pintores en el Whitney Museum de Nueva York, también en la Whitechapel de Londres, pero su primera exposición en solitario es “Mid-Career Retrospective”, en el MCA de Chicago. Esta muestra abarca los años noventa hasta la actualidad y es la misma que luego viajaría a la Serpentine Gallery, en Londres.
John Currin ha sido criticado por su estilo tan definido como misógino, pornográfico pero también ésta ha sido la causa de que adquiera gran popularidad y éxito en sus ventas.
En el cuadro “Las ladronas del cornejo” de 2010, expuesto en Gagosian Gallery, se puede apreciar en el detalle del lazo un rojo intenso la maestría con la que incluye elementos de enorme naturalidad entre imágenes fuertemente desnaturalizadas, haciendo de este contraste parte de su seña de identidad. Cada detalle en su arte produce un efecto que roza lo grotesco y lo absurdo, pero estos estímulos visuales conducen al espectador a disfrutar de su destreza como artista.
Imagen: Dogwood Thieves, disponible en https://mindmarrow.wordpress.com, enero 25 de 2013
Otro de sus increíbles cuadros es sin duda “Las mujeres de Franklin Street” que representa a tres damas casi desnudas, con un contenido sexual muy explícito y también un claro efecto sádico en la mujer ubicada en el centro con un rostro casi inmóvil, quizás para acentuar el mensaje de que la figura femenina es un objeto.
En algunas de sus representaciones parece burlarse de la moral, pero su gran aportación es elaborar una composición pornográfica enmarcada en una obra pictórica excelente.
Se habla de Currin como un ilustrador con una mirada masculina de mal gusto, pero lo cierto es que la controversia y las especulaciones sobre su creatividad, no dejan indiferente a nadie, tampoco limitan su pintura a un mero aspecto sexual.
Su pincel es provocativo, pero combina perfectamente lo cursi con lo artístico con gran genialidad. En su pintura aplica la tradición y lo contemporáneo, mostrando la fealdad, proporciones grotescas, renunciando a su crítica social con una mezcla de sensualidad y vulgaridad cotidiana.
John Currin dice sí mismo: “Siempre me han gustado las cosas que pretendan ser absolutamente mediocres pero perfectas, como una suave canción de rock que es perfectamente memorable, que tiene increíblemente esta larga vida y persistencia, que es muy ordinaria pero excitante”.
Imagen (superior izquierda): Glasses, disponible en http://uk.complex.com/, julio 15 de 2013
Imagen (superior derecha): Karren2, disponible en http://www.junejoonjaxx.com/
Imagen (inferior izquierda) Stamford After Brunch, disponible en http://www.junejoonjaxx.com/
Imagen (inferior derecha): The Gardeners (2001), disponible en http://www.moma.org/
- Detalles
- Escrito por Clelia
Una de las condiciones que el gobierno chino impuso al artista Ai Weiwei para concederle la libertad fue la prohibición de viajar al extranjero. Desde entonces, sus obras lo hacen por él.
También lo hizo con su padre, el prestigioso poeta chino Ai Qing, al que desterró a una granja de Manchuria en 1958, un año después del nacimiento del artista, prohibiéndole publicar sus obras. Y así pasó su infancia Ai Weiwei, sin acceso a los libros ni a la lectura. Quizás por esto, cuando su familia regresó a Pekín en 1975, el artista se zambulló en la vida cultural y reivindicativa de la ciudad. En 1978, entró en la Academia de Cine y fundó un grupo de arte vanguardista, Star, comprometido también políticamente y con el que nunca dejó de colaborar.
Este pasado configuraba una personalidad tenaz y reivindicativa y, también, una obra artística caracterizada por sus rasgos arquitectónicos y por su denuncia de las injusticias de su país: «Alguien tiene que plantar cara y hablar. Si no hablo me convierto en cómplice. Y ya está».
imagen: Las 100 millones de semillas de girasol de porcelana de Ai Weiwei, disponible en http://www.telegraph.co.uk, 2015
Sus años de juventud en Estados Unidos transcurrieron en contacto con algunos de los círculos artísticos más importantes y con movimientos como el minimalismo y el arte conceptual. Desde que llegó en 1981, experimentó con la fotografía y se empapó de artistas como Marcel Duchamp o Andy Warhol. Pero, de repente, la enfermedad de su padre le hizo regresar a Pekín en 1989. Centrado en la fotografía, el regreso a su cultura y a su pasado configuraban su personalidad artística: «Duchamp tuvo la rueda de bicicleta, Warhol la imagen de Mao, yo tengo un régimen totalitario. Es lo que está hecho para mí».
Sin querer desprenderse de la tradición, decidió utilizarla como arma de crítica social y de expresión personal. Posiblemente una de las obras que mejor representa este aspecto es Vasija de la dinastía Han con el logotipo de Coca-Cola, de 1995; un símbolo occidental marcado en un objeto propio del arte milenario chino.
imagen: Ai Weiwei – Vaso neolítico con logo de Coca-Cola, disponible en http://www.digitaljournal.com, 2015
Pero fue Internet lo que le dio un impulso increíble, convirtiéndose en su mejor arma de difusión. Cuando en 2005, la empresa china de Internet, Sina.com, le invitó a formar parte de su blog de celebridades, Weiwei descubrió infinitas posibilidades de comunicación. Nunca había usado un ordenador, pero según le comentó a la periodista Alison Klayman, directora del premiado documental Ai Weiwei: Never sorry: «Internet es lo que más me ha afectado (...) y me ha encendido».
Su difusión internacional llegó en 2008, con el diseño del estadio olímpico de los juegos de Pekín. El carácter arquitectónico de su trabajo hizo que fuera elegido como director artístico del proyecto junto a los arquitectos Herzog y Meuron. El popularmente conocido como The Bird Nest Stadium (Nido de pájaro) se convirtió en una espectacular estructura de acero de gran ligereza visual.
Después de esto, el interés por exponer sus obras fue en aumento. En 2010 realizó una de sus exposiciones más famosas en la Tate Modern de Londres. Con mucha disciplina y paciencia, llenó la sala de turbinas del museo con cien millones de pequeñas pipas de porcelana hechas y decoradas a mano por artistas expertos de la ciudad de Jingdezhen, en la obra titulada Sunflower sedds (Pipas de girasol). Para algunos críticos representó la unión del minucioso trabajo tradicional con el nuevo fenómeno económico reflejado en su mayor producto de exportación.
Después vendría otra de sus creaciones más reivindicativas. Tras el terremoto de Sichuan en 2010 en el que murieron muchos niños por el mal estado de las escuelas, Weiwei, además de encabezar un movimiento de denuncia en todo el país, realizó la obra conmemorativa Remembering, que se encuentra en el museo Haus der Kunst de Munich, en la que utilizó nueve mil mochilas de colores en una enorme construcción que abarca toda la fachada.
imagen: Instalación “Semillas de Girasol”, disponible en http://avaxnews.net/
El 3 de abril de 2011, el artista era detenido por la policía china y recluido en paradero desconocido. Esto provocó las protestas de los principales ámbitos culturales y sociales de todo el mundo y diferentes gobiernos, ONG e instituciones culturales enviaron mensajes pidiendo su liberación. Esta se produjo en junio de 2011, después de ochenta y un días de prisión en una celda mínima, reproducida en abril de este año 2014, en el museo Martin-Gropius-Bau de Berlín como parte de la exposición titulada Evidence.
Aunque durante este período el artista dejara de crear centrado más en su labor reivindicativa, los museos seguían exponiendo sus obras, por ejemplo, sus famosas Círculo de animales/Cabezas del zodiaco que han recorrido las salas de diferentes museos desde que se crearan en 2010. En España, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo era el primero en traer sus obras a nuestro país, en 2013. En esta exposición, titulada Resistencia y tradición, se mostraba el principal eje de su producción: China y la sociedad de masas, la producción desmesurada, etc., destacando la obra Descending light.
imagen: Ai Weiwei Descending Light, disponible en http://fundacionhelgadealvear.es
Todo lo organiza desde su estudio. Su gobierno no le deja viajar y el artista, en su afán de perfección, es capaz de estudiar de forma profunda y a conciencia los distintos espacios en los que va a exponer sus obras, a través de planos, fotos, imágenes digitales y, sobre todo, gracias a su bagaje como arquitecto; lo que sea necesario para sentirse presente en esas salas. Este año de 2014 sus obras se exponen en el Museo de Antropología de México, en el Blenheim Palace, en Inglaterra, o en la prisión de Alcatraz, en San Francisco, en donde el artista ha llenado de mensajes de libertad una cárcel mítica.
Es cierto que sus obras tienen valor en sí mismas sin la ayuda del marketing político que siempre lo acompaña, pero también es cierto que no se puede separar de su compromiso social. Alison Klayman ha dicho de él que «activa a otros» porque «es capaz de llegar a mucha gente y de hacer que la gente piense». Él ha dicho: «Una sociedad sin libertad para hablar es un oscuro pozo sin fondo. Y cuando está tan oscuro, todo lo demás empieza a brillar».
En nuestra web se pueden observar todos los detalles de su última muestra en la página Las 10 mejores exposiciones de Nueva York.