Velazquez y la familia de Felipe IV

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Velazquez Felipe IV

 

 

 

Velazquez y la familia de Felipe IV es una de esas citas ineludibles con el arte puramente estético. Después de acudir a la retrospectiva de los Hermanos Chapman se agradece tanta belleza.

La exposición es pequeña ya que consta de 15 cuadros realizados por Velazquez en sus últimos 11 años hasta su muerte en 1660. Esta es un época especial ya que se centró como retratista. El resto de la exposición es una selección de cuadros de sus sucesores Juan Bautista Martínez de Mazo y Juan Carreño. Es una pena que los cuadros de Mazo, copia de los de Velazquez, se expongan juntos porque son obras maestras pero al lado del genio de Velazquez siempre va a surgir la comparación.

De la primera sala, destacaría la fuerza que transmite el retrato del Papa Inocencio X realizado en su segundo y último viaje a Italia. De menor tamaño que el primero que pintó, obra maestra de Velazquez, pero con la misma intensidad en su expresión.

Los demás retratos son de Felipe IV, su esposa Mariana de Austria con la que se acababa de casar y de sus hijos. Destaca el extraordinario uso que hace del color con una paleta bastante reducida. Su técnica pictórica en trajes, cortinas y adornos es muy precisa lo que produce un realismo y belleza extraordinario. Pero sobretodo los ojos, la mirada de sus retratos que dotan al personaje de vida propia y marcan el carácter de él, es lo que más me llamó la atención porque al estar colgados junto a la copias de sus sucesores era lo que más les diferenciaba.

 



Velazquez Las Meninas

 

 

 

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