Autor: Ángeles Blanco.
Licenciada en filosofía e historia
Reivindicativo, provocador, polifacético, ilustrado, revolucionario, reflexivo a la vez que impulsivo, actual... infinidad de adjetivos pueden definir la arrolladora personalidad de Jean-Michel Basquiat quien, a pesar de su efímera carrera, ha dejado una huella imborrable en el mundo del arte. Ahora es el momento, título de la exposición que el Museo Guggenheim de Bilbao, con la colaboración de la Art Gallery de Ontario, acoge entre el 3 de julio y el 1 de noviembre de 2015, reafirma su perdurabilidad.
Ya desde niño, Basquiat destacó por sus habilidades artísticas y su capacidad intelectual, todo lo que le rodeaba le servía de inspiración y era un lector incansable. Pronto hizo suya la temática urbana, consiguiendo un hueco en la escena artística callejera con sus grafitis. En compañía de Al Díaz, tras el seudónimo SAMO©, dejaban mensajes ingeniosos y provocadores.
Aprovechaba cualquier idea como inspiración y era capaz de crear arte al mismo tiempo que discutía con amigos o veía la televisión. Hay quien dice que se anticipó a la era de Internet por su capacidad de aglutinar medios y temas: imágenes, textos, símbolos, música, grafiti, jazz, comics, tratados de medicina... En una misma obra, podía utilizar multitud de recursos para plasmar diferentes ideas, siempre buscando remover conciencias, criticar las injusticias y hacer reflexionar a la gente.
Su ascendencia haitiana y portorriqueña, sin duda tuvo mucho peso en su trayectoria. Una de las mayores preocupaciones de Basquiat era el trato racista que todavía en los años ochenta sufría la gente de color y que, tristemente, sigue hoy de actualidad. Es un tema recurrente en la obra del mayor artista afroamericano de todos los tiempos y que él, a pesar de su fulgurante éxito, seguía sufriendo en carne propia. Por ello, uno de los temas que más se repiten en sus cuadros es el homenaje a la raza negra, el desagravio a su historia de persecución y marginación, el reconocimiento del hombre negro como rey, santo o guerrero, utilizando la corona como motivo recurrente que otorga grandeza a sus personajes.
La idea de la dualidad es otra de las cuestiones que explota en sus obras, los contrapuestos, la combinación de elementos dispares que a veces crean conflictos y otras compromisos: se trataba de cuestionar convencionalismos y percepciones tradicionales, ideas sobre el bien y el mal, el sistema de clases sociales o conflictos raciales... La unión de elementos contrapuestos en una misma obra no perseguía más que la integración.
Aprovecha su afición a los cómics para tomar elementos familiares, recuperar símbolos identificables y, con una notable carga de ironía, tratar temas sociales trascendentales.
Cabe destacar la amistad que lo unió a Andy Warhol uno de los artistas predilectos de un Basquiat completamente integrado en la escena cultural de los años ochenta neoyorkinos. Según Ronnie Cutrone «Era como una especie de loco matrimonio del mundo del arte; eran la extraña pareja. La relación era simbiótica. Jean-Michel pensaba que necesitaba la fama de Andy, y Andy creía que necesitaba la sangre nueva de Jean-Michel. Jean-Michel le devolvió a Andy una imagen de rebeldía». También pintó a aquellos por los que sentía admiración, a sus amigos y participó en multitud de proyectos de colaboración con músicos, cineastas y artistas.
El título de la muestra, Ahora es el momento, proviene de una canción de Charlie Parker Now's the time y aparece en el discurso de Martin Luther King I have a dream. Ciertamente, es el momento de conmemorar la obra de este artista mediático neoyorquino, uno de los artistas más revolucionarios de la década de los ochenta, que hoy más que nunca vuelve a estar de actualidad. A pesar de su prematura desaparición, tras una breve (apenas diez años), pero prolífica carrera, su búsqueda continua de nuevas vías, su desenfado e imprevisibilidad siguen inspirando a muchos artistas.
Ahora es el momento
Museo Guggenheim de Bilbao
3 de julio a 1 de noviembre de 2015
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- Jean-Michel Basquiat. Ahora es el momento - - Página principal: Alejandra de Argos -