Hace un par de meses apareció un nuevo mural urbano en un solar del barrio de Finsbury Park, en el norte de Londres realizado por Banksy que ha vuelto a poner de actualidad a uno de los artistas más reivindicativos y misteriosos del panorama actual, quien ha manifestado su autoría a través de instagram.
Dorothy reaching for the shoes in the artwork (Jacob King/PA Wire)
Hace un par de meses apareció un nuevo mural urbano en un solar del barrio de Finsbury Park, en el norte de Londres realizado por Banksy que ha vuelto a poner de actualidad a uno de los artistas más reivindicativos y misteriosos del panorama actual, quien ha manifestado su autoría a través de instagram. En este caso un árbol agonizante, un cerezo podado ha recuperado todo su esplendor con una frondosa copa verde gracias a su participación noctura con premeditación y alevosia. Y hace sólo unos dias ha aparecido otra en Birmingham. La pintura muestra a Dorothy del Mago de Oz intentado alcanzar un par de zapatillas rojas que cuelgan de un cable eléctrico. Todos los medios ingleses se hacen eco de esta nueva aparición con el sello del artista esperando a confirmar su autoría. Y recientemente otra en Somerset.
Con estas nuevas intervenciones de arte urbano se abre el debate de lo político. Banksy ya ha conseguido encender la mecha de las conciencias ajenas creando todo tipo de especulaciones interpretativas. Banksy usa su arte como arma que explota en las mentes de la sociedad creando un foro público. La crítica a través de sus mensajes escritos e imágenes impactantes producen el efecto esperado: “Me gusta pensar que tengo las agallas para levantarme de forma anónima en una democracia occidental y pedir cosas en las que nadie más cree, como la paz, la justicia y la libertad” dice en su libro “Wall and Piece”.
El Street Art o Arte Urbano es una forma de arte que tiene su origen en los años 60. Este arte callejero tiene como propósito comunicarse con la sociedad mediante un mensaje visual sociopolítico con una intención cultural. Y donde interviene el juego. En el 68 el arte sale de los museos e instituciones y da un salto a los entornos cotidianos de la calle. Del cubo blanco al espacio público. Se cuestionó la obra de arte, sus géneros y las instituciones, para poner el énfasis en la naturaleza y el cuerpo reivindicando la calle donde confluye la comunidad y la belleza de lo cotidiano.