"Santa Catalina de Alejandría" recupera su esplendor gracias a la magnífica restauración realizada por los expertos del museo. El proceso se podrá admirar junto con el lienzo en una completa exposición, abierta hasta el 25 de mayo.
Restauración de Santa Catalina de Alejandría: antes y después. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
El nombre de Michelangelo Merissi Caravaggio arrastra multitudes. Sus cuadros profundamente barrocos, llenos de pasión y desasosiego y ejecutados con una maestría sin límites han convertido al artista italiano en una de las estrellas del firmamento del arte. El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, propietario de una de las escasas obras del artista que se conservan en España, desvela este mes el resultado de la restauración y el estudio técnico del lienzo Santa Catalina de Alejandría. El trabajo ha sido realizado por el Área de Restauración del museo con la colaboración de Asisa y actualmente se puede seguir en una exposición que permanecerá abierta hasta el 25 de mayo, en la cual el protagonismo se lo lleva sin duda el propio cuadro. La obra fue encargada a Merissi por el cardenal Francesco Maria del Monte: para representar a la santa, el arista eligió como modelo a Fillide Melandroni, una cortesana muy popular en Siena entre los siglos XVI y XVII y que por aquel entonces tenía 17 años.
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Presentación de la restauración y estudio técnico de Santa Catalina de Alejandría, de Michelangelo Merissi Caravaggio.
La pintura es un retrato fiel de la joven, que posa retadora mirando directamente al espectador y con la palma del martirio discretamente abandonada sobre un almohadón. Fillide Melandroni fue el motivo por el cual el pintor (eterno protagonista de reyertas y borracheras) mató a su proxeneta Ranuccio Tomassoni en 1606, tras lo cual tuvo que exiliarse de Siena para huir de la justicia. La restauración ha revelado sutiles detalles de la obra original, como el cabello suelto de la santa, y ha eliminado capas de suciedad y de barnices envejecidos dejando al descubierto el original del artista. Para la restauración de la obra se han empleado técnicas de última generación y trabajos de laboratorio, que junto con el trabajo de los expertos del museo han dado lugar a un resultado espectacular. Es el momento de redescubrir una obra maestra, transgresora y delicada, que cuatrocientos años después de su realización sigue despertando una admiración sin límites.
